Cultura Andina, ideología panteísta absurda y primitiva

Nuestro Presidente Alan García, hace pocos días en una emisora televisa se atrevió a indicar que el hombre andino tiene creencias primitivas, pidiendo que debemos derrotar las ideologías absurdas panteístas, para el desarrollo del país. De hecho, una falta de respeto total a nuestras creencias, costumbres -Cultura Andina-  y a todos los que vivimos en ella.
            ¿Cuál será el principal motivo de tal pensamiento absurdo y discriminatorio?, hay muchas razones que puedan influir a que nuestro presidente piense así, una de las razones más importantes es que éste defiende los intereses del mundo occidental ya que éstos definen a la economía como la ciencia de la escasez y el valor y su característica principal es la de obtener los mayores beneficios con el menor costo posible, meollo principal del asunto. Este contexto explica el porqué de la depredación y arrasamiento de la biodiversidad y de la Pachamama, más que todo por la minería que va desapareciendo prácticamente la naturaleza orgánica e inorgánica de las áreas rurales del país.
            Por lo tanto, la economía occidental de producción depreda y arrasa sin ninguna consideración ni respeto. La modernización y la civilización, explotan salvajemente todo lo que ofrece al hombre muy generosamente, para ello no respetan ni tratados, ni compromisos, pues piensan sólo en el presente y no les importa el futuro porque consideran que no serán ellos quienes vivan en ese mundo destruido. Por otro lado, la naturaleza tarda miles de años en autogenerarse; y el hombre llamado civilizado, lo va destruyendo en días; este es el resultado de la economía neoliberal de consumo que nuestro presidente defiende.
            Desde el punto de vista occidental, todo lo que se refiere a la economía andina se ve ridiculizado, porque aquella es una economía de consumo sólo para beneficio personal o de grupos, con un único objetivo: acumular la mayor riqueza. Sin embargo, en el mundo andino, la economía se sustenta en dos dimensiones; la tecnología empírica y la tecnología simbólica; la primera es más conocida, considerándose a la segunda simplemente como idolatría, como ignorancia, como superstición.
En el mundo andino se sabe que el respeto a la biodiversidad es muy grande porque ellos saben que tal como ellos tratan a la Pachamama y su entorno, serán tratados. La reciprocidad del valor del respeto es sagrada. Como ejemplo veamos, en la agricultura; el mundo andino cuenta con los instrumentos de la chakitaqlla y de la raukana; en la infraestructura agrícola está conformada por acequias, canales de riego, pata pata qucha, waru waru, suqya, la ganadería está relacionada con la sanidad animal, manejo de pastos y pastoreo. Estas tecnologías que acompañan al hombre andino por miles de años, no son violentas ni destructoras de la naturaleza, sino que respetan la biodiversidad de la Pachamama. Más objetivamente, no sólo la respetan sino que la aman, la quieren; pues saben que la producción se incrementará, cuanto mejor traten y quieran sus chacras y sus animales, los animales y las semillas producirán más; por esto, el trato es de hermanos. Esta actividad es real, no es fingida, ni lo hacen por cumplir; el pago a la Pachamama lo hacen con toda devoción; porque saben ellos que al entregar todo eso, ella lo recibirá agradecida. Por todo esto, no sólo por el buen trato que es reciproco, sino por el amor que se profesan, el hombre andino y la naturaleza, conforman una simbiosis indestructible.
            Por consiguiente, tendríamos que pedir unas disculpas públicas del presidente, porque nuestra dignidad y cultura ha sido objeto de discriminación e ignorancia por el centralismo, ¿dónde están los profesionales e instituciones de la región inmersos en temas culturales?, esperemos que los días venideros haya algún tipo de manifestación a favor de la reivindicación de nuestra cultura.
Publicado en el diario: Los Andes

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