A propósito de la revocatoria de David Mamani Paricahua

Fuente: radio Pachamama
 


Estamos a un año y dos meses en donde las autoridades de los gobiernos regionales y locales del país asumieron sus funciones, después de un proceso democrático, en donde la población confió el destino de sus ciudades en los partidos políticos o agrupaciones políticas, sin embargo, estos últimos días el término de “revocatoria” va tomando posición en todos los medios de comunicación y en la opinión pública. En nuestra región, según el ONPE en su portal web actualizado al 16 de marzo hay 68 solicitudes de revocatoria, entre ellas el alcalde de la Provincia de San Román, David Mamani Paricahua, la misma cuenta con el mayor número de solicitudes de revocatoria (5). La cual merece un análisis, si logra concretizarse la vacancia, éste burgomaestre en toda su carrera política sufriría las consecuencias de dicho proceso por segunda vez.
            Es de suma importancia recordar las causas que originaron la revocatoria del burgomaestre calcetero en su primer gobierno, fue por incurrir en la inasistencia de tres sesiones ordinarias de Concejo Municipal, desarrolladas por la comuna edil. La causal está prevista en el Artículo 22 de la Ley Orgánica de Municipalidades (LOM) en el Inciso Nº 7. Consecuentemente, la solicitud de vacancia presentada por Ali Solaligue Jara, fue declarado fundada por el Jurado Nacional de Elecciones mediante la Resolución Nº 288-2010-JNE.
            En la actualidad, son otros los motivos, según Juan José Coaquira representante de la Federación de Arte y Cultura (FEDAC), argumenta que el alcalde no da prioridad a la cultura juliaqueña, por lo tanto, ha solicitado su vacancia, a ello se ha sumado la Asociación Central de Barrios y Urbanizaciones Populares de Juliaca (ACUBUPJ) con su representante, Juan Francisco Quispe. Esta alianza de organizaciones sociales de base en la actualidad está en el proceso de recolección de firmas, para la cual, se han instalado mesas en distintas arterias de la ciudad, así, la población tenga todas las facilidades para poder firmar las planillas. Para cumplir su cometido tendrán que recolectar 45 mil firmas.
            Como vemos, este fenómeno quiere volverse una constante en la población juliaqueña, veamos los motivos por las cuales se tiene ese panorama; en las pasadas elecciones, los candidatos para ocupar el sillón municipal de la provincia de San Román eran 23 aspirantes, una cantidad alarmante, por ello, los votos son fragmentados para uno y otro candidato, lo que genera un ganador con poca aceptabilidad. Creo que parte importante del problema radica en la ausencia de partidos políticos nacionales y la existencia de organizaciones políticas regionales con baja institucionalidad. Claro que en el sentido legal existen partidos nacionales inscritos en el JNE, pero no tienen existencia en el sentido funcional, ya que su poca capacidad de articular los intereses periféricos son mínimos, por ello, existen movimientos políticos sub nacionales independientes a los nacionales, clara muestra de ello, es la sociedad juliaqueña. Los partidos denominados “nacionales” no tienen la capacidad de agrupar seguidores en todo el país, mucho menos, son capaces de poner candidatos fuertes y exitosos en las elecciones sub nacionales y locales, por ello, en San Román se alzó con el triunfo la agrupación política Siempre Unidos, y en la región Puno, el proyecto político AQUÍ.
            Entonces en esta parte de la región los partidos nacionales se encuentran más ausentes y donde los movimientos regionales son incapaces de articular el departamento; consecuentemente somos una sociedad fragmentada y muy volátil, porcentaje de votos muy bajos y con una distancia corta entre el primero y segundo lugar. Otro anomía es la creación de estos movimientos con pocos meses de anticipación a las elecciones, un graso error que deben mejorar los partidos en futuras procesos electorales. En ese sentido, los movimientos regionales no han logrado mayores beneficios para la población, y por el contrario, se convierten en muchos casos, en obstáculos para la gobernabilidad democrática.
            La revocatoria como el de Juliaca – el cual aún está en el inicio del proceso – es la confirmación de este problema. Es innegable que este proceso va traer consigo costos políticos y sociales, los más perjudicados será la misma población. Nunca como ahora Juliaca estará divida.
Publicado en Diario Los Andes

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